El dolor post-punción es uno de los efectos adversos más comunes dentro de la aplicación de la punción seca.
La intensidad del dolor post-punción está relacionada con la cantidad de tejido dañado durante el tratamiento. También parece que influyen en él factores psicológicos, las características del músculo pinchado, el número de Respuestas de Espasmo Local (RELs) producidas, factores asociados con la técnica de punción del terapeuta o la experiencia y habilidad en el diagnóstico de los PGM. El dolor post-punción no suele permanecer más de 72 horas, para acortar estos tiempos, se llevan a cabo diferentes maniobras y técnicas antes, durante y después de la punción seca. Entre estas técnicas destacan estiramientos, técnicas de baja velocidad, frio, TENS, etc.
La reducción del dolor post-punción es uno de los objetivos principales para todos los profesionales que utilizan la punción seca en sus tratamientos.